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  • Spanish Contemporary Art Network

'GRAMATICA & BRICOLAJE'-Group Show in Marbella


'Gramática & Bricolaje'

Patricio Cabrera - Fer Clemente - FOD - Miki Leal - Fernando M. Romero

José Carlos Naranjo - Javier Parrilla - José Piñar - Cristóbal Quintero

Comisario: Sema D’Acosta

YUSTO / GINER

C/ Madera 9

29603 Marbella

Málaga - Spain

El argumento central de Gramática & Bricolaje gira en torno a la idea de la pintura y lo pictórico desde el punto de vista de la sintaxis, evitando el tema y buscando los elementos constitutivos de un lenguaje propio y característico que hace que funcione una obra más allá de aspectos narrativos concernientes a un relato. En un cuadro cualquiera el modo de pintar es tan importante, o más, que los asuntos que se están tratando, que a veces no resultan más que una excusa para llevar a cabo una investigación o indagar en cuestiones gramaticales relacionados con el oficio.

La pintura actual permite mucha libertad, pero tiene la dificultad de estar desprovista de anclajes y referencias usadas por los géneros tradicionales, un terreno que facilitaba ya de partida un campo de trabajo. Hoy en día, admitiendo ese desafecto con respecto al contenido, pervive la esencia del medio no tanto aferrada a su herencia, sino más bien entendida como forma de pensar y estar en el mundo. De alguna manera, se ha convertido en un modo de autodeterminación, de posicionarse desde un lugar personal asentado sobre un legado conocido. Asumido ese acervo, los artistas reflexionan sobre su entorno y las relaciones que establecemos con los demás, discurriendo continuamente sobre su papel o aspectos ontológicos que relativizan límites y amplifican posibilidades. ¿Hasta dónde es capaz de dilatarse una pintura en el espacio? ¿Cómo se hibrida con otras expresiones? ¿Qué es, en esencia, lo pictórico? Tal como nos recordaba el crítico de arte norteamericano Barry Schwabesky en Vitamin P: New Perspectives in Painting (Phaidon, 2002), uno de los manuales de cabecera de hace una década, la pintura contemporánea no es sólo pintura, sino también, y sobre todo, la representación de una idea sobre pintura.

El conjunto de autores que componen esta muestra, intencionadamente heterogénea, abarca un arco amplio de maneras diferentes de afrontar el hecho pictórico. El factor aglutinante que vincula a los seleccionados es su modo desenvuelto de comunicarse a través de un idioma común. Para todos ellos, la pintura es un acto reflejo que nace de la combustión de ideas, mezclando a partes iguales bagaje intelectual, cultura visual, presentimiento y hallazgo. La materia de trabajo con la que construyen las obras acaba siendo su discurso, que va definiéndose y cobrando importancia al mismo tiempo que se desarrolla. Poco es premeditado o está definido de antemano. El punto de arranque es una intención, que puede partir de una idea o de una imagen cualquiera tomada a vuelapluma. Una vez colocados sobre la superficie del cuadro los primeros elementos, se van atando cabos y estabilizando tensiones. A veces es necesario anular una parte, cerrar una vía, volver a pintar sobre lo pintado… cambiar el tono y probar otro camino. Estas cicatrices también transmiten emociones, actúan como huellas, gestos acumulados; funcionan como capas superpuestas que humanizan el resultado. Lo que vemos no es mecánico ni está producido por un operario industrial, posee imperfecciones que conectan con nuestros sentimientos.

Aunque encontramos estilos distintos, si nos detenemos a escrutar sus interiores hallamos, como en los análisis lingüísticos de Ferdinand de Saussure, estructuras sintagmáticas que se relacionan expansivamente. En esas yuxtaposiciones a veces el núcleo central es el color, en otras el ritmo, la pincelada o incluso las tensiones fondo-figura. Si bien no existen unos principios reglados que nos permitan examinar racionalmente una pintura, sí podemos aventurarnos a segregar algunos elementos en función a su disposición y/o sentido. Al final, el equilibrio, la atracción, el misterio o la captación de atención por parte del espectador son sensaciones muy difíciles de explicar que se alcanzan con aptitud y práctica. La destreza y el talento no se distraen en el alarde, sino que anteponen la sencillez. Al igual la literatura de un buen escritor, lo que se quiere contar debe ser inteligible y meridiano. Las frases deben ser las adecuadas para que lo de verdad trascienda, sean las emociones que despierta la lectura, sin distraernos con el modo en el que se presentan las palabras. Algo similar observamos en las películas de un director avezado. Un montaje cinematográfico idóneo es aquel que no se percibe, favoreciendo la fluidez de la historia y la implicación del público.

Es curioso, pero pese a que puede parecer lo contrario, si nos atenemos a las premisas que plantea Josef Albers en relación con las posibilidades cromáticas que determinan la organización de un cuadro en función de su color, forma y ubicación, todos los pintores incluidos se ajustan a unos requisitos elementales que no se alejan en exceso de los planteamientos del pausado y comedido pintor alemán. Aunque en momentos concretos su nivel de incertidumbre sea alto y haya aspectos improvisados, normalmente no existen divergencias ni exabruptos tonales en ninguno de ellos. Cada pieza se pondera de manera intuitiva, atendiendo a su carácter global, evitando los particularismos y apuntalando su armazón con naturalidad, según proporciones y contrapesos.

Tal como apreciaba Kandinsky, lo que cuenta no es el qué, sino el cómo, unos intríngulis internos que logran sostener el andamiaje de la pintura desde dentro y sin que el espectador necesariamente lo perciba. Como ocurre con las composiciones musicales, priman las sensaciones. Sin necesidad de descifrar bien qué estamos oyendo, muchas melodías nos conmueven más allá de nuestra capacidad para interpretar o descomponer en notas esos sonidos que nos llegan. Sin duda, lo importante para una obra no referencial es saber diluir los ingredientes para que el resultado generado sea nuevo y despierte resortes anímicos imprevistos.

Con la pintura sucede algo parecido a cuando cocinamos a fuego lento; el sabor final, aquello genuino que nos resulta apetecible y sabroso, poco tiene que ver con los alimentos iniciales crudos. De por medio, alguien de forma creativa y conociendo el modo en que se mezclan unas cosas con otras, ha generado una transformación.

Eneálogo sobre la pintura atemática

Nueve ejemplos, desglosados

Lo verdaderamente interesante de enfrentarse a una obra pictórica que asume la tradición y al mismo tiempo se rebela contra ella, es indagar en aquellos aspectos sintácticos inherentes al lenguaje (Gramática) que configuran sus andamiajes (Bricolaje). Sintetizando, su naturaleza y la estructura invisible que sostiene la disposición de elementos que la constituyen.

En una buena pintura (o cualquier deriva espacial o escultórica que asimile sus códigos) lo fundamental, siempre, resultan las sensaciones por encima de lo representado. Digamos que para que funcione de forma global un trabajo de este tipo, el cómo debe estar por encima del qué.

1) PATRICIO CABRERA: color + diálogo fondo-figura + soltura, naturalidad

2) FERNANDO CLEMENTE: equilibrio vs. tensión + espacio

3) FOD: color + estructura; liviandad vs. solidez

4) MIKI LEAL: intuición, ensoñación, seducción

5) FERNANDO M. ROMERO: sintaxis fondo-figura, percepción

6) JOSÉ CARLOS NARANJO: intriga, densidad, extrañeza, pincelada

7) JAVIER PARRILLA: misterio, enigma, fragmentación (zoom-in)

8) JOSÉ PIÑAR: color + ritmo = combustión, articulación

9) CRISTOBAL QUINTERO: análisis, cirugía, metalenguaje, fusión espacio-tiempo


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